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29 de diciembre de 2009
Cristina gastó $80.000 para remodelar su despacho en la Rosada
Las reformas en el despacho presidencial son parte de los cambios generales que inició la mandataria en la Casa Rosada, en los que ya invirtieron 7 millones de pesos. Salones y ascensor nuevos, sala de conferencias refaccionada, pintura y pisos flamantes son parte de los arreglos que pretende tener terminados antes del 25 de mayo. Sólo en su oficina, ubicada en el primer piso, se gastaron 80.000 pesos, según informó el secretario general de la Presidencia Como le gusta ponerle nombre a todo, Cristina Kirchner aprovechó los cambios en el despacho y lo bautizó. Ahora se llama "Hombres y Mujeres de Mayo". Los cortinados combinan colores crudos en telas brillantes con los sillones en tonos azules claros. Hay rosas blancas por donde se mire y huele a vainilla y limón La reforma del despacho presidencial es un clásico en varios presidentes. Carlos Menem lo recargó con colores oscuros y modificó la distribución general. Fernando de la Rúa volvió los muebles al lugar actual, donde los había dejado Raúl Alfonsín. Néstor Kirchner optó por obviarlo, pero Cristina le aportó lo suyo El personal de la Casa Rosada aprovechó el viaje de una semana de la Presidenta a la India, hace dos meses, para hacer el lavado de cara del lugar de trabajo de los presidentes. Los gastos de la refacción constan en la resolución 1306 de la secretaría general Nada escapó a la decisión de la jefa del Estado, que mandó a recuperar y colocar en su despacho antiguos cuadros de sus próceres preferidos, entre ellos, José de San Martín, Manuel Belgrano, Mariano Moreno y Manuel Dorrego.En la búsqueda histórica se recuperaron, además, antiguos sillones de madera que había adquirido Julio Argentino Roca, que estaban arrumbados en el subsuelo del palacio de gobierno. Fueron lustrados y retapizados en cuero color crudo para acompañar la clásica mesa de reuniones que está en el centro del despacho presidencial. Las antiguas sillas, similares a una butaca de avión, eran resistidas por la Presidenta. Toda una definición: decía que se parecían a sillones militares. Y por eso los cambió.Además, la jefa del Estado retapizó las paredes con telas en color crema, para darles luminosidad y contraste con el celeste del sillón presidencial. Orgullosa de su nuevo lugar de trabajo, Cristina permitió desde hace tres semanas que las habituales visitas guiadas que se hacen por la Casa Rosada, por donde pasa un promedio de 5000 personas por fin de semana, incluyeran también una parada en su despacho, ahora abierto al público.Pero su oficina no fue lo único que estuvo en obra en Balcarce 50. Con la idea de llevarla a su estado original y darle, de paso, su propio gusto personal, Cristina Kirchner ya invirtió más de 7 millones de pesos en dejar la Casa Rosada a punto para los festejos del Bicentenario, según consta en las licitaciones que lanzó para cada obra.
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