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6 de mayo de 2008
HAY QUE ORGANIZARSE Y LUCHAR
Mayo es el mes del “Día Internacional de los Trabajadores”. El día en que la clase obrera de todo el mundo reafirma su lucha por transformar la sociedad, su lucha por la revolución y el socialismo.
Por esos días, en nuestro país pudimos ver, por enésima vez, al gobierno del “nuevo PJ”, que se autodenomina “nacional y popular”, arrodillarse ante el imperialismo en Washington y Buenos Aires y atentar contra la vida de los trabajadores sosteniendo una inflación ya insoportable. La política de pago de la deuda, las “excelentes relaciones” con EEUU, la extranjerización de la economía, la inflación galopante, los bajos salarios, el trabajo en negro y precarizado, la desocupación... son algunos hechos que dan cuenta de esta realidad.
Podemos ver también, cómo siguen matando obreros en sus lugares de trabajo, cómo se ponen de acuerdo para aumentar los precios de los alimentos, cómo superexplotan a los trabajadores rurales...
Podemos ver cómo los empresarios se pelean por incrementar sus cuentas, cómo viven sus vidas llenas de privilegios y en la abundancia...
En fin, podemos ver cómo unos pocos viven en el lujo a costa de la clase trabajadora. Una situación indignante que sólo entre todos podremos transformar.
Nuestra lucha solamente puede alcanzar sus metas con la autonomía, con la independencia política de los trabajadores. La independencia del estado capitalista en todas sus manifestaciones (gobiernos, partidos burgueses, burocracia sindical, iglesia...) es un requisito primordial para que la clase obrera no “pise el palito” nuevamente y sea seducida por los cantos de sirena en los que abundan las propuestas de “soluciones mágicas” como frentes populares y demás frentes electorales, mezclados con actores y programas ajenos a la clase trabajadora.
En el cuidadoso mapa de reparto de poder partidario, la burocracia sindical no tiene de qué quejarse. Además del estrellato de Moyano, sumó siete caciques entre los primeros 28 cargos: Antonio Caló (UOM), Gerardo Martínez (UOCRA), Jose Pedraza (U.F), Julio Piumato (judiciales), Víctor Santamaría (SUTERyH), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (UPCN) y el abogado de la CGT, Héctor Recalde. Más abajo, como vocal suplente, ingresó el taxista Omar Viviani. Eso sí, todos disciplinados por Moyano, lo que augura su permanencia al frente de la CGT.
La represión de las fuerzas de seguridad en movilizaciones, la represión de la burocracia a los trabajadores en lucha, la persecución política y sindical, el encarcelamiento por razones políticas, la saturación policial, el gatillo fácil, las torturas... son parte integrante de la política represiva del gobierno de Kirchner, “legitimada” con su discurso y demagogia derechohumanista.
El reciente ataque a María del Carmen Verdú y las amenazas a militantes de la CORREPI, una de las pocas organizaciones antirrepresivas que se mantiene independiente del estado y su gobierno y por eso continúa peleando, se inscriben en esta política represiva.
Ataque que no podría haberse realizado sin conocimiento político y policial. Ataque del que es responsable el gobierno.
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