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6 de mayo de 2008
ES GASTADORA MI REINA
El caso de Héctor Daniel Mazza es un misterio. Su nombre no aparece en ninguno de los decretos presidenciales que informan sobre la comitiva que acompañó a Cristina Kirchner en sus viajes por el mundo como candidata. Sin embargo, los documentos de la Secretaría General de la Presidencia indican lo contrario. Este funcionario de Ceremonial de la Casa Rosada –que se convirtió en una pieza fundamental del entorno de la Presidenta– no sólo estuvo en cada uno de los cinco destinos que visitó Cristina durante la campaña sino que fue, en todos los casos, el encargado de coordinar y administrar los viajes. Más aún, las auditorías internas del Gobierno están todas dirigidas a él, incluso una que cuestiona la falta de prolijidad en el dinero del viaje a México y Estados Unidos.
Mazza "compañerito de todos los viajes de la reina" declara como anticipo de gastos de uno de los viajes 150 mil dólares pero en realidad, dice el documento, “se anticiparon 130.671,81 dólares”. Lo mismo sucedió con hoteles y transporte VEAN LO QUE GASTA LA SEÑORA. Las facturas finales del Sofitel Washington donde Cristina se alojó durante dos noches,a 1.900 u$s (a cada noche) y gastaron en total por todas las habitaciones 14.581,58 euros. Sin embargo este monto no coincide con la factura que presentó Mazza por 17.588,03 euros. El problema es quién pagó y quién se quedó con esa diferencia.
En el caso de los autos de lujo para transportar a la primera dama tampoco cerraron los números. La factura de American Transportation presentada por el funcionario a la vuelta del viaje fue de u$s 19.621,53 (pero la transferencia inicial era de u$s 14.301). En México, la empresa Chapultepec le emitió a Mazza una factura por u$s 8.890 (cuando el Estado había enviado u$s 5.170).
En el final del “memorando”, Siegenthaler pide analizar todas estas irregularidades pero en la carpeta oficial de los gastos de Cristina, no hay más rastros sobre estos cuestionamientos aunque sí aparecen más “memorandos”. Entre ellos sobresale uno: a la vuelta del viaje a Alemania y Austria, la Secretaría General de Presidencia le cuestiona a Mazza el comprobante número 12, un ticket de un supuesto almuerzo de Cristina. Ese almuerzo de (euros 2.000 con propina de 200–dice el documento– no puede haber sido real porque ese día “la Primera Dama se hallaba en el Palacio Imperial Hofburg sentada a la mesa del jefe de Gobierno, Heinz Fischer”. No hay registros de que le hayan pedido al funcionario de Ceremonial que devuelva el dinero de ese lunch.
Desde que los Kirchner ocuparon la Casa Rosada, el encargado de Ceremonial fue Rubén Zacarías, alias el Petiso, un correntino de perfil bajo, cálido y predispuesto que siguió al matrimonio presidencial desde Río Gallegos hasta Buenos Aires. A pesar de la histórica confianza, el funcionario perdió terreno por el avance de Mazza –empleado de carrera de Ceremonial–, quien a fuerza de cuidar a la primera dama del acoso de periodistas y fotógrafos pudo ganarse la llegada a su intimidad.ESO NO SE PIENSA CHE ES LA PRECIDENTA
Mazza "compañerito de todos los viajes de la reina" declara como anticipo de gastos de uno de los viajes 150 mil dólares pero en realidad, dice el documento, “se anticiparon 130.671,81 dólares”. Lo mismo sucedió con hoteles y transporte VEAN LO QUE GASTA LA SEÑORA. Las facturas finales del Sofitel Washington donde Cristina se alojó durante dos noches,a 1.900 u$s (a cada noche) y gastaron en total por todas las habitaciones 14.581,58 euros. Sin embargo este monto no coincide con la factura que presentó Mazza por 17.588,03 euros. El problema es quién pagó y quién se quedó con esa diferencia.
En el caso de los autos de lujo para transportar a la primera dama tampoco cerraron los números. La factura de American Transportation presentada por el funcionario a la vuelta del viaje fue de u$s 19.621,53 (pero la transferencia inicial era de u$s 14.301). En México, la empresa Chapultepec le emitió a Mazza una factura por u$s 8.890 (cuando el Estado había enviado u$s 5.170).
En el final del “memorando”, Siegenthaler pide analizar todas estas irregularidades pero en la carpeta oficial de los gastos de Cristina, no hay más rastros sobre estos cuestionamientos aunque sí aparecen más “memorandos”. Entre ellos sobresale uno: a la vuelta del viaje a Alemania y Austria, la Secretaría General de Presidencia le cuestiona a Mazza el comprobante número 12, un ticket de un supuesto almuerzo de Cristina. Ese almuerzo de (euros 2.000 con propina de 200–dice el documento– no puede haber sido real porque ese día “la Primera Dama se hallaba en el Palacio Imperial Hofburg sentada a la mesa del jefe de Gobierno, Heinz Fischer”. No hay registros de que le hayan pedido al funcionario de Ceremonial que devuelva el dinero de ese lunch.
Desde que los Kirchner ocuparon la Casa Rosada, el encargado de Ceremonial fue Rubén Zacarías, alias el Petiso, un correntino de perfil bajo, cálido y predispuesto que siguió al matrimonio presidencial desde Río Gallegos hasta Buenos Aires. A pesar de la histórica confianza, el funcionario perdió terreno por el avance de Mazza –empleado de carrera de Ceremonial–, quien a fuerza de cuidar a la primera dama del acoso de periodistas y fotógrafos pudo ganarse la llegada a su intimidad.ESO NO SE PIENSA CHE ES LA PRECIDENTA
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