El Gobierno quiere poner un tope salarial del 16%

Cristina Kirchner parece haber definido su principal objetivo de cara al 2008. Se trata –ni más ni menos- de alinear las pretensiones del grueso de los gremios y definir un tope de incremento salarial del 16 por ciento.

La Presidente instruirá para ello al titular de la cartera de Trabajo, Carlos Tomada, a la espera que prospere el diálogo con los jefes gremiales antes del inicio de las paritarias el mes de marzo.

La previsión de la Rosada está ligada con la necesidad de encarar una negociación "civilizada" teniendo en cuenta que el año próximo estará signado por el cambio de mando en la secretaría General de la Confederación General del Trabajo (CGT).

La posición oficial de situar el techo de las renegociaciones en un 16% está íntimamente relacionada al "pedido" de mejoras no remunerativas cercanas al 20 por ciento que efectuarán los gremios a finales de 2008.

Es cierto que esta propuesta cuenta con el amplio respaldo de la Unión Industrial Argentina (UIA), y así lo hace saber en sus intervenciones mediáticas, su titular Juan Carlos Lascurain.

El problema está del otro lado del mostrador. La mayoría de los gremios descreen de los números inflacionarios que baraja el INDEC, con estimaciones del 9% para 2008, y pedirán incrementos salariales mayores a los que intentará imponer el Gobierno.